DIOS DISEÑÓ Y CREÓ el matrimonio como algo bueno, hermoso e
invalorable. Él usa el matrimonio para ayudarnos a terminar con la
soledad, multiplicar nuestra eficacia, establecer familias, criar hijos,
disfrutar la vida y bendecirnos con intimidad en la relación. El
matrimonio también nos muestra la necesidad de crecer y tratar
nuestros propios problemas y nuestro egoísmo con la ayuda de un
compañero para toda la vida. Si estamos dispuestos a recibir
enseñanza, aprenderemos a hacer lo más importante en el
matrimonio: amar. Esta unión te proporciona el camino para que
aprendas a amar, de manera incondicional, a otra persona
imperfecta. Es maravilloso.